Un sistema eléctrico controla la frecuencia y el ritmo del corazón. Cuando el sistema eléctrico del corazón no funciona correctamente, puede dar lugar a ritmos cardíacos anómalos, es decir, arritmias. Las arritmias hacen que el corazón lata de forma rápida, lenta o irregular. No todas las arritmias suponen una amenaza: la mayoría no son mortales, pero algunas pueden hacer que el corazón deje de bombear sangre de forma eficaz y derivar en un paro cardíaco. La fibrilación ventricular (FV) es un ejemplo de arritmia grave. Se trata de una arritmia en la que las cámaras inferiores del corazón (ventrículos) laten de forma rápida e irregular, es decir, «fibrilan». Cuando el corazón fibrila, ya no puede bombear sangre, lo que impide que llegue oxígeno a los órganos vitales del cuerpo. El cerebro deja de recibir oxígeno y esto causa pérdida de conciencia. La falta de oxígeno en el músculo cardíaco deriva en paro cardíaco.
Las enfermedades cardíacas vinculadas al paro cardíaco varían en función de la edad.
En los más jóvenes, el paro cardíaco afecta a personas aparentemente sanas. Las muertes son poco frecuentes y son causadas por diferentes enfermedades cardíacas que son, a menudo, difíciles de diagnosticar en vida y después de la muerte. Las patologías cardíacas subyacentes más comunes vinculadas al paro cardíaco en personas jóvenes son las enfermedades cardíacas hereditarias que afectan al sistema eléctrico del corazón, enfermedades cardíacas congénitas, cardiomiopatías y miocarditis. Sin embargo, la mitad de los casos de muerte súbita cardíaca durante la cuarta década de vida está relacionada con la arteriopatía coronaria y con el síndrome coronario especialmente agudo, también conocido como infarto.2
En personas mayores, la arteriopatía coronaria es la causa predominante de la muerte súbita cardíaca. Otras patologías comunes incluyen cardiomiopatías (enfermedades del músculo cardíaco) y trastornos valvulares.2
A continuación, se enumeran algunas patologías cardíacas que pueden causar arritmias graves y derivar en paro cardíaco si son severas o si no se tratan.1
Si padece cualquiera de estas enfermedades, le recomendamos que consulte con su médico las formas de reducir el riesgo.
Aun así, hay otras patologías no cardíacas que pueden causar paros cardíacos, como:
Los mismos factores que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca pueden incrementar también el riesgo de paro cardíaco súbito. Entre estos factores se incluyen: 1
Si tiene factores de riesgo, hable con su médico para obtener asesoramiento personal para mejorar su perfil de riesgo.
Se recomienda una evaluación global sistemática del riesgo de ECV en personas con algún factor de riesgo vascular importante (es decir, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular prematura, hipercolesterolemia hereditaria, factores de riesgo cardiovasculares como el tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes, niveles elevados de lípidos, obesidad o comorbilidades que aumenten el riesgo de ECV).
Se puede considerar la valoración sistemática u oportunista del riesgo de ECV en la población general en hombres de >40 años de edad y mujeres de> 50 años o posmenopáusicas sin factores de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica conocidos.
La muerte súbita cardíaca es poco frecuente en atletas (entre 1 y 3 casos de cada 100 000).3 Afecta a más hombres que mujeres. La mayoría de los programas deportivos profesionales examinan a los atletas potenciales para detectar las causas más comunes de muerte súbita cardiaca.
En atletas jóvenes, la mayoría de las muertes súbitas cardíacas se dan en pacientes con corazones estructuralmente normales, según revelan las autopsias.3
Commotio cordis es cuando se da una arritmia súbita grave, como fibrilación ventricular, que puede derivar en paro cardíaco tras un golpe en el pecho. Puede afectar a atletas con paredes torácicas finas y blandas que no presentan ningún trastorno cardiovascular aparente. Normalmente, algo pequeño y duro (como una pelota de béisbol o de hockey) golpea el lado izquierdo del pecho durante una situación crítica del latido cardíaco. Otras causas incluyen enfermedades cardíacas hereditarias que afectan al sistema eléctrico del corazón, enfermedades del músculo cardíaco o inflamación.
En atletas mayores, la arteriopatía coronaria es la causa predominante de muerte súbita cardíaca.4
En más de la mitad de los casos, el paro cardíaco se da sin síntomas previos.
Los síntomas antes de un paro cardíaco pueden incluir:
Estos síntomas son signos de patologías cardíacas potencialmente graves que pueden derivar en paro cardíaco y en muerte súbita cardíaca.
Los síntomas más comunes de paro cardíaco son:
Si sospecha que alguien está sufriendo un paro cardíaco, debe pedir ayuda inmediatamente, llamar a una ambulancia y empezar una maniobra RCP.