Si tiene una cardiopatía congénita (CC), puede que necesite un marcapasos o un DAI. Esto puede estar causado por la propia enfermedad cardíaca o las terapias administradas, incluidas las correcciones quirúrgicas. En el caso de CC, la implantación de un dispositivo resulta más compleja debido a las particularidades anatómicas. Principalmente, el acceso al corazón a través de los vasos puede ser diferente que en los pacientes sin CC y puede que la circulación sanguínea se comunique entre las cámaras derechas y las cámaras izquierdas del corazón. Además, los pacientes con CC a menudo necesitan la implantación de un dispositivo durante un largo período de su vida. Su médico tendrá que tener en consideración lo anterior. Este no siempre es el caso, pero a veces, debido a las particularidades mencionadas anteriormente, la implantación se utiliza desde un enfoque quirúrgico, es decir, los cables no se introducen a través de los vasos sanguíneos, sino que se suturan en la superficie del músculo cardíaco a nivel de las aurículas o los ventrículos mediante cirugía. Por todas estas razones, es frecuente que sea un equipo que incluya especialistas en cardiopatías congénitas y en desfibrilación/estimulación quienes tomen las decisiones sobre la implantación y el seguimiento de su dispositivo. Técnicamente, la monitorización y el seguimiento del dispositivo es el mismo que en el caso de los pacientes sin CC.
En caso de embarazo, no existen precauciones especiales relacionadas con la presencia de un marcapasos o de un desfibrilador. No hay interferencia entre la implementación y el funcionamiento del dispositivo y el feto. Sin embargo, una paciente con un marcapasos o un DAI puede tener una enfermedad cardíaca concomitante. Durante el embarazo, en caso de enfermedades cardíacas, estas deberán vigilarse con especial atención.